AL RESCATE DE ACUABUITRERA

¿Quién es Acuabuitrera y cuál es su sistema electoral?

Acuabuitrera es la empresa comunitaria a cargo de la prestación del servicio de acueducto en la mayor parte de La Buitrera (veredas Plan Cabecera, Pueblo Nuevo y la parte baja de El Rosario). Sus servicios se extendieron a alcantarillado y tratamiento de aguas residuales (PTAR) cuando el municipio le entregó, en el año 2006-2007, dos pequeñas redes de alcantarillado y dos pequeñas PTARs (pozos sépticos mejorados).

Su junta directiva es seleccionada por los suscriptores a traves de unos “delegados”. Hay unos 2.000 suscriptores registrados (vs. unos 900 en el año 2.000) y se estima que hay como 400 casas que benefician del servicio a traves de algún vecino (o que lo roban).

Cada suscriptor es invitado a votar cada dos años por “delegados”. Hay un “delegado” para cada 50 suscriptores, de tal modo que la Asamblea general se compone de unos 40 delegados, lo que es un número razonable para poder reunirse. El concepto es pragmático. Es un sistema creativo y relativamente democrático, aunque con fallas que se han acentuado con el tiempo, a punto de reventar en estos últimos años. Requiere una reforma profunda.

Son los delegados que eligen los miembros de la junta directiva (7 personas + 3 suplentes), los miembros de la junta de control social (5 + 1) y el revisor fiscal. Son los 7 miembros de la Junta Directiva que eligen en su seno su presidente, vice-presidente y secretario.

La administración de la empresa

La empresa tiene una administración independiente de la Junta, lo que es un avance por destacar, fruto de una madurez administrativa que pocas empresas comunitarias tienen. Tiene unos ingresos anuales del orden de 1.500 millones de pesos y está bien estructurada y manejada. Cuenta con un personal de unas 20 personas, entre fontaneros, técnicos y administrativos.

Las fallas del sistema electoral

Saltando los primeros diez años de vida de la empresa (2000-2010) durante los cuales la presidenta de la época, Señora Leonor Montes, se olvidó de convocar
a elecciones, queda mucho por mejorar en el sistema electoral actual. El sistema electoral, aparentemente bien concebido, no funcionó como pensado, a tal punto que en las elecciones del 2023 hubo menos candidatos a “delegados” que puestos asignados por estatutos y uno termina en consecuencia electo por el solo hecho de presentarse, con un solo voto.

De la misma manera, hay más puestos de junta directiva y de junta de control social que candidatos a ocupar estos cargos. Por lo tanto, igualmente, con un solo voto termina uno electo. No debería ser, pues cualquier grupito de cinco personas, votando por sí mismos, sería capaz de “tomarse” la empresa. ¡Peligro!

¿Por qué tan poca participación comunitaria en Acuabuitrera? • De los 2.000 suscriptores, casi la mitad no tiene sus papeles al día, y por lo tanto no pueden ni presentarse como delegado ni votar. Motivos principales: la propiedad está todavía a nombre de un familiar fallecido, lejano o alejado de la vida comunitaria (edad), o del propietario anterior.
• Algunos suscriptores tienen lote, mas no casa; no viven en La Buitrera.
• Los propietarios que alquilan sus casas a inquilinos poco suelen involucrarse en la operación del acueducto y en la vida comunitaria.
• Los inquilinos no pueden presentarse, ni con el «poder» del suscriptor; tampoco los familiares que viven en la misma casa.
• Muchos suscriptores tienen varias casas con matrículas, pero solo pueden presentarse por una de ellas y votar por una de ellas.
• Siendo La Buitrera una tierra de “colonización” con un crecimiento de 3 a 4 % por año, proveniente principalmente de la ciudad de Cali, el arraigo al territorio se limita a los habitantes que tienen varias décadas de residencia en el territorio (hace 25 años, Acuabuitrera solo tenía unos 850 suscriptores).
• Para poder “candidatizarse” como delegado, un suscriptor necesita presentar un suplente, también suscriptor, con todos sus papeles al día. A saber: para poder llenar el “cupo” de 40 delegados, se requieren al menos 80 candidatos.
• Los delegados tienen poco protagonismo en la empresa: se reúnen una vez para elegir las juntas y el revisor fiscal y una segunda vez, el segundo año, para informarse del primer año de gestión; muy raramente para una Asamblea excepcional. Los delegados suplentes no tienen intervención alguna. ¿Cuál es por lo tanto el interés del suscriptor en presentarse como principal o suplente?
• Acuabuitrera es regida por la ley de servicios públicos, vigilada por la superintendencia de servicios públicos y la Autoridad ambiental, y regulada por la CRA. Direccionarla no es una labor sencilla. Uno aprende mucho, pero es un verdadero trabajo. Muchos vecinos prefieren la “comodidad” de ser atendidos.
• Entre los delegados elegidos, muy pocos suelen estar interesados en postularse para la Junta Directiva, de tal manera que cualquier candidato a Junta termina electo con su propio voto.
Un sistema electoral tiene sentido si hay al menos dos o tres candidatos por «cupo». En Acuabuitrera hay en promedio uno por cupo. ¿Para qué elecciones, entonces?

 
A la deriva

La empresa se ha ganado la fama de ser burocrática; es una deriva “natural” de toda empresa que debe cumplir con exigencias administrativas (exageradas) del Estado. Esta deriva se hace a costa de la cercanía y empatía con la gente. A saber: todo lo contrario de lo que uno esperaría de una empresa comunitaria. Y como el sistema electoral no promueve la renovación de las juntas, algunos miembros, presentes desde hace años, se sienten “dueños” de la empresa, y manipulan para quedar al mando. El poder corrompe. Se vuelve un vicio. Las críticas son muy mal vistas y la junta actual, tal como la pasada, se la pasa estigmatizando, denigrando y “enlodando” a sus contradictores. No soporta las discrepancias. La empresa se ha vuelto poco transparente. Se había
en algún momento comprometido, de boca para afuera, a tener una página WEB y publicar todos sus documentos sobre ella (actas, contratos, etc.).

Pero sobraron razones internas para no hacerlo. Hasta para miembros “opositores” dentro de la junta y para miembros de la Junta de Control Social (JCS) es difícil, sino imposible, conseguir las actas de las juntas directivas. Y la JCS es usualmente informada de las fechas de las juntas directivas con solo 24 o 48 horas de anticipación. ¿Como planear su tiempo?

¿Y para el futuro?

Si bien hay personas de alta moralidad en la Junta, la empresa Acuabuitrera necesita de renovación, de gente nueva, sin sesgo o conflicto de intereses. Es necesario lograr una cierta rotación de delegados y por lo tanto de miembros de junta directiva para evitar que la empresa tenga “dueños” o caciques. Y esto se debería lograr con adecuación de estatutos.

Posibles cambios electorales:
*Opción # 1: Reducir los delegados a un delegado para cada 100 suscriptores, a saber: unos 20 en total y eliminar los suplentes. En cuanto a Juntas Directivas, no autorizar sino dos mandatos por decenio.
*Opción # 2: Elegir en forma directa cada dos años por elección popular a los miembros de junta directiva (5) y de control social (5). Las “Asambleas generales” anuales, meramente informativas, se organizarían en el polideportivo con los vecinos que se presenten, incluyendo inquilinos, y presencia de JAL, JACs y MESA DE GOBERNANZA. Así la JAL podría más fácilmente ejercer su función institucional de veeduría de las inversiones en agua y saneamiento.

Dependencia municipal para las inversiones

Para poder mejorar su infraestructura (captaciones, tanques, redes, etc.) la empresa depende por el momento totalmente de la administración municipal que, para sus zonas rurales, maneja los recursos del Estado central (Ministerio de Vivienda) a traves de una entidad llamada UAESP, que depende directamente del señor alcalde. Esta mono-dependencia es mortífera.

Se requiere:
• mayor capacidad de gestión en Acuabuitrera para poder “zafarse” de este padrino burocrático y politiquero que ha dejado en La Buitrera y demás corregimientos una larga serie de obras mal diseñadas y construidas.
• Mayor compromiso por parte de la J.A.L., que, por sus estatutos, debería velar por las inversiones en materia de agua, saneamiento y servicios públicos en su territorio.

Ética – transparencia – responsabilidad

La operación democrática de un ente colectivo requiere esfuerzo y vigilancia. La transparencia es una cultura, un modo de pensar y de actuar.
Choca profundamente al ciudadano de a pie que Acuabuitrera se haya vuelto la vocera local del municipio de Cali, y de la UAESP en particular, para sus megaproyectos. Y duele que se preste al despilfarro de dinero por parte de la administración municipal que, sin consenso comunitario, construye obras al doble o triple del precio de mercado generando, además, efectos colaterales negativos para vecinos y medio ambiente. Acuabuitrera es al menos corresponsable de esta situación, por su permisividad.
Sorprende que, para “defenderse”, Acuabuitrera, envíe una carta a todos los suscriptores, adjunta a sus facturas de agua, ufanándose de ser la mayor protectora del medio ambiente de La Buitrera y estigmatizando a los vecinos que la critican. Esto refuerza el sentimiento popular que no hay humo sin fuego y que algunos miembros de la Junta Directiva reciben, a traves de
concejales, comisión sobre los montos invertidos en el territorio por la entidad municipal “UAESP” (16.000 millones previstos para el período 2023-2032).

La empresa Acuabuitrera es un ente bien administrado. Tiene sus fallas como todas. A la comunidad de La Buitrera, a traves de sus acciones electorales y de hecho, de encarrilarla nuevamente para que preste los servicios esperados, que ayude a ordenar el territorio y una los vecinos alrededor de causas locales comunes.

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