Seguimos tejiendo la historia de nuestra querida Buitrera. Son muchos los personajes que de una u otra manera, quizás sin proponérselo, se dieron a conocer. Recordaremos algunos:
Bernardino Poveda
Se le recuerda de hace más de 65 años. Él decía ser el último descendiente de los indígenas Lili, que habitaron antes estos territorios. Dicen que cuando se tomaba unos tragos, hablaba su lengua nativa y gesticulaba mucho con las manos; y qué era mejor no provocarlo porque nadie se le medía sin salir lastimado. Se dice que Poveda era muy honrado y servicial y que vivió más de 100 años, pasando sus últimos días en un lugar para adultos mayores en Jamundí.
Fortunato Cabal “Machete”
Fue de los fundadores de lo que hoy es El Plan. Según la historia relatada por su hijo Carlos, ellos cuidaban una finca donde hoy queda el Colegio Vernot. Tomaban el agua del río Lili como todos los habitantes de aquella época y cocinaban con leña que traían del bosque. La primera casa que se construyó en material en La Buitrera es la que queda frente al Centro de Salud y pertenece a la familia Marmolejo. De las primeras construcciones están la Inspección de Policía y la Capilla que queda a su lado. La primera carretera la construyeron los habitantes a pico y pala y luego otras personas la mejoraron. A don Fortunato le apodaban “Machete” por su costumbre de mantener en la cintura su famoso machete que no se lo quitaba ni para ir a misa. Él fue el segundo fontanero del acueducto del corregimiento.
María “Raqueta”
Cuentan los niños de esa época, que hace unos 45 años o más, había una señora que se enfurecía cuando le gritaban María Raqueta y que siempre estaba al lado del camino lista con un montoncito de piedras para tirárselas a quien la molestara. Y ¡sí que la molestaban!
Martín Llanos
Le apodaban “Pata de gurre”, tal vez por su baja estatura. Caminaba toda la Buitrera, y cuando los muchachos le decían su apodo, él los perseguía; y si lograba alcanzarlos los golpeaba duro. Y si no los alcanzaba, los tenía presentes y luego se desquitaba
