La inflamación es una actividad necesaria en el cuerpo, pero es destructiva cuando se vuelve crónica y permanece en el tiempo; el cáncer es inflamación crónica, así como los problemas de los riñones, la depresión o el alzhéimer. La cúrcuma tiene propiedades antiinflamatorias; es antioxidante. Mejora la memoria. En infusión alivia los problemas digestivos, mejora la flora intestinal y es cicatrizante.