Frente a esta falta de respeto, sumado a un vacío institucional, consideremos una iniciativa nacida en la vereda La Sirena: los mismos vecinos conformaron un grupo de personas de reconocimiento en la comunidad, algo como una “junta de sabios”, con quienes se reúnen las partes involucradas hasta llegar a un acuerdo. Este tipo de actuar comunitario de buena voluntad es relativamente común en la mayoría de las zonas rurales del mundo, es la “primera línea” para resolver, o al menos mitigar los problemas a escala local antes de “enredarlos” a escala municipal o nacional. Ante la ausencia del Estado, debemos volvernos creativos con la implementación de acciones novedosas para “desescalar” los conflictos, para que terminen siendo lo que son: asuntos fáciles de resolver cuando impera el diálogo y el respeto.
En el Rosario existe un “Comité de convivencia y seguridad”que ha permitido mejoras a la carretera y acciones de control de seguridad. En un próximo número del GUATIN trataremos de profundizar sobre las experiencias ya vividas en La Buitrera.